"A la larga, la verdad no importa". Wallece Stevens.
La frase está llena de decepción, de aceptación del poder superior del paso del tiempo que borra la importancia de todo, incluso de esa invención tan sobrevalorada llamada verdad. La frase tiene un regusto de rendición, de dejación de la lucha por el conocimiento. Pero también nos libera del peso sagrado de las grandes palabras, de una responsabilidad que paraliza. La culpa, la verdad, lo dicho, lo hecho, ¿qué importancia tienen al hacer el balance final?
martes, 13 de mayo de 2008
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