Leo estos días El artesano, de Richard Sennett, un sociólogo especializado en el mundo del trabajo. En apariencia, el tema parece estar muy alejado del mundo de la educación, pero el libro invita a reflexionar y a trasladar diferentes aspectos que el autor toca a la educación o a cualquier otra parcela laboral. Resulta interesante la cifra exacta de trabajo que, haciéndose eco de otros investigadores de diferentes campos, es necesaria para fabricar un experto: 10000 horas.
El siguiente fragmento nos invita a reflexionar sobre dogmas o tópicos que damos por buenos sin cuestionarlos. Aunque se refiere a los niños con déficit de atención, creo que es aplicable a cualquier proceso educativo, que creemos debe huir de lo rutinario y potenciar todo aquello que consideremos "motivador", visto como lo atractivo-novedoso:
El siguiente fragmento nos invita a reflexionar sobre dogmas o tópicos que damos por buenos sin cuestionarlos. Aunque se refiere a los niños con déficit de atención, creo que es aplicable a cualquier proceso educativo, que creemos debe huir de lo rutinario y potenciar todo aquello que consideremos "motivador", visto como lo atractivo-novedoso:
"A menudo los educadores buscan interesar intelectual y emocionalmente a los niños con el fin de desarrollar habilidades de concentración. Para ello se basan en la teoría de que el compromiso real engendra concentración. Pero lo que muestra el desarrollo a largo plazo de las habilidades manuales es lo contrario de esta teoría. Lo primero que se da es la capacidad de concentración por largos períodos; solo cuando una persona logre esto se involucrará emocional o intelectualmente. La capacidad de concentración física sigue reglas propias, que se basan en cómo se aprende a practicar una actividad, a repetir lo que se hace y a aprender de la repetición."