Internet aún es una ¿herramienta?, ¿un lugar?, ¿una realidad? lo bastante desconocida para la mayor parte de la gente como para que se esté construyendo aún su imagen colectiva. Y, entre todas las imágenes posibles, parece que los medios mayoritarios de ¿información?, ¿comunicación?, ¿formación de masas? se inclinan por construir una imagen mítica en la que habitan lo portentoso, el triunfo, un espíritu lúdico y las soluciones cuasimágicas. Hay quien consigue cambiar un clip por una casa, quien empieza con una empresa en el garaje y se transforma en el hombre más rico del mundo, quien salta a la fama -a los telediarios, que así refuerzan la imagen que construyen- desde su blog, su maqueta colgada en myspace, su negocio circunscrito en principio a la red. Hoy he visto en el telediario cómo un test -creo que ya ancestral, el clásico sociograma- logra, gracias a su formato digital, detener de forma absoluta el acoso escolar.
Los medios seleccionan aquello que confirma la imagen de la realidad -de esta y de cualquier otra- que, en el fondo, ellos mismos han creado. Los mass media tienen el poder supremo de construir la realidad y este es su modo de representarla/crearla. Frente a su poder omnímodo, la literatura y el arte apenas pueden competir. ¿Se habrán repartido los papeles y al arte le ha correspondido el de mero objeto -todo lo refinado o culto o vulgarizador que se quiera- de entretenimiento?
viernes, 23 de mayo de 2008
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